lunes, 23 de febrero de 2009

Con resaca no se te ocurra comprar tabaco


Una de las cosas más divertidas que hay son las ideas de los japoneses. En este caso han inventado una máquina expendedora de tabaco que detecta la edad de la persona que quiere comprar una cajetilla escaneando su piel. Esto, que parece una tontería, no lo es: el Gobierno japonés ha aprobado una ley que sancionará a las compañías que fabrican estas máquinas si los chavales menores de veinte años pueden comprar en ellas.

Pues las pobres empresas de estos aparatos lo llevan claro: japonés y de menos de veinte años; es decir, un pedazo de friqui con toda clase de aparatos tecnológicos con carátulas de dibujos animados y colores rosas chillones o verdes lo más horteras posible. ¿La solución para intentar cumplir esa ley? Pues instalar tecnología de reconocimiento facial en las máquinas para impedir que los críos japoneses puedan echarse un pitillito. Da igual lo que un europeo se imagine raro o surrealista, que un nipón lo va a hacer. Aunque lo mejor es no preguntarse qué pensarán ellos de nuestras costumbres.

Vamos a ver. En BBC Mundo dicen: “Aquellos clientes que no pasen el examen de edad de la cámara digital deberán mostrar su carnet de identidad a la máquina expendedora para demostrar que legalmente pueden fumar”. ¡Uau! Esto recuerda a lo que tenemos que hacer los españolitos pidiendo al camarero del bar que nos dé permiso para comprar tabaco, pero como es japonés… pues es automático. A ver si podía ser de otra manera si lo ha pensado un ingeniero nipón.

La verdad es que esto de la robótica y la tecnología a veces da un pelín de respeto. La máquina te reconoce la edad por las patas de gallo. Estoy convencido de que muchas amigas mías, si se les advirtiera de la circunstancia, no se acercarían a la máquina por aquello de que descubrieran su verdadera edad. En caso de los hombres, cualquiera se atreve a comprar tabaco después de un día de fiesta alejado de la mujer por si acaso la maquinita de marras es capaz de decirte de qué son esas ojeras, y lo que es peor, de dónde.

Reconocido nueve de cada diez veces

La compañía que ha creado este horror tecnológico aparato es Fujikata. Su ingeniero principal, un tal Hajime Yamamoto —todos los japoneses se llaman igual, además de parecerse, o qué— asegura que el engendro es capaz de reconocerte en nueve de cada diez ocasiones con un sistema de reconocimiento facial. Vamos, que hay que tener encima cuidado porque puede confundirte con otro crápula cuando no has hecho nada. Seguro que el diez por ciento de fallos se produce delante de la parienta: “Oiga, la farra que se ha pegado en el Latin Lover le aconseja que no fume otro paquete más, que ya lleva tres desde anoche”. Como para darle las muchas gracias de forma educada.

Tecnología sí, pero con algo más de sentido común. Ya vale que a los fumadores los traten como a niños pequeños en España, pero que encima les impongan una máquina suegra, por muy japonesa y molona que sea por el reconocimiento facial, es ya demasiado.

Nota: para ver el chiste de la ilustración, pincha en la foto.

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